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ROJO: Color de amor y sangre

El color más pasional, vitalista y estimulante, aquél que posee la capacidad de aumentar la adrenalina y el poder creativo, que advierte del peligro y despierta los sentidos es, también, una buena opción para decorar nuestro entorno. Color de pasión, energía vital y en su lado negativo de la violencia. El rojo emite rayos térmicos, es un color caliente y un gran vigorizador. Es el padre de los colores vitalistas. Debido a su intensidad y a su condición de estimulante natural que puede provocar ansiedad y estrés, debe usarse con moderación y en ocasiones en las que se quiere romper la monotonía del entorno. Pese a todo, su utilización en decoración, publicidad, alta costura o cosmética, resulta irresistible.

Al elegir este color, sin duda una decisión arriesgada, tendremos que recurrir a todos los recursos a nuestro alcance para que el resultado sea original y diferente. La clave será el blanco, ya que conseguirá rebajar la tensión y el impacto visual de un tono tan intenso. Las personas que dan preferencia a este color tieden a ser –casi siempre - vigorosas, dinámicas; pueden ser muy coléricas, y tambien de temperamento irritable. Si eres atrevido y no te importa la opinión de los demás, puedes combinarlo con el negro, una unión llena de fuerza, que impactará a la vista y hará inolvidable cada rincón de tu hogar. Puedes apostar también por azules y amarillos brillantes para darle un toque juvenil a este conjunto original y lleno de fuerza. Si por naturaleza eres una persona que siente frio, tal vez te atraiga el rojo por su calor. En épocas victorianas, cuando el calor se limitaba a una habitación, la costumbre era usar camisón de franela roja, bajo la creencia de que este ayudaría a conservar el calor del cuerpo.

Aunque no es el color ideal para los más pequeños, acompañado de rosa y blanco puede ser protagonista de espacios alegres, llenos de luz y divertidos, ya que la mezcla le restará energía y agresividad. No es la elección adecuada para un lugar de trabajo donde se necesita concentración, ya que tiende a provocar ansiedad, sobre todo si se usa en abundancia. Tampoco es ideal para dormitorios de adultos, a no ser que se use sólo en el cabecero, aunque resulta perfecto para espacios de tránsito no muy amplios como pasillos y recibidores.

Podemos utilizarlo para habitaciones orientadas al norte que, aparte de ser más frías, reciben menos luz a lo largo del día. Unas cortinas de este color ampliarán enormemente la luminosidad de la sala. Los salones de la casa serán los destinos perfectos de este color.