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GRIS: El brillo de un color neutro

Es especial y no deja indiferente quizá porque es el color neutro por excelencia. Por encontrarse a medio camino entre el blanco y el negro provoca diversas sensaciones, según como lo asocie la persona que lo contempla. Puede provocar tristeza y desesperanza o, por el contrario, equilibrio y descanso. Ciertamente su frialdad provoca indecisión a la hora de elegirlo para nuestro hogar pero, al no tener la intensidad del rojo o la sobriedad del negro, es ideal para combinar con ellos o con el resto de tonalidades del espectro visual. Sus diversas tonalidades claras y oscuras de una frialdad metálica, producen una sensación inigualable de lujo y elegancia. El blanco es el único color que le iguala en capacidad para armonizar con el conjunto. Cualquier color con el que se mezcle mantendrá intactas sus cualidades. Una pared roja seguirá impactando, sin que la introducción del gris le reste vigor.

A pesar de esta cualidad, el gris no se ha empleado demasiado en decoración, aunque esta tendencia se está invirtiendo. Si nos fijamos en cualquier cocina moderna, su presencia acapara la atención cuando observamos las neveras aceradas, los aluminios, las cuberterías, las griferías o las baterias de cocina todas ellas de un resplandeciente color gris metálico. Indudablemente disfruta de un gran protagonismo en el hogar.Digamos que es un color que hay que usar con cuidado pero que no defrauda, sobre todo cuando se desea que el conjunto respire elegancia, refinamiento y buen gusto. El negro no posee degradados propios, al ser un color puro (o un no-color), y en cuanto modificamos su saturación obtenemos grises, colores neutros, formado por cantidades iguales de rojo, verde y azul.

En pintura se obtiene normalmente mezclando el blanco y el negro. El gris es un color neutro y pasivo, que aporta poco a ninguna información visual. Es el color del cielo cubierto, del hierro y del mercurio, y sugiere seriedad, madurez, neutralidad, equilibrio, indecisión, ausencia de energía, duda y melancolía, y se usa para expresar las cosas o personas carentes de atractivo o singularidad. Su nombre parece derivar del provenzal "gris". Es un color que puede resultar monótono si se usa en demasía.